lunes, 30 de enero de 2012

DEVOCIONAL DÍA 29 DE ENERO



                                                                 EL DIOS DE GRACIA


“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres”.
Tito 2:11


GRACIA, una palabra maravillosa. Gracia, indulto, indultado. Siente esta palabra, saboréala, tómala en tu boca y pronúnciala. El ser indultado es algo delicioso. Era culpable y lo sabía. El castigo no iba a venir sin esperarlo, de repente o sin merecerlo. NO, todo lo contrario, yo era merecedor de ello. El conocimiento de lo horrible, inmoral e injusto de mis pensamientos y acciones me ha alcanzado en el banco de las lamentaciones en que me encuentro sentado. Soy culpable y no puedo evadirme, no tengo escapatoria posible. La culpa y la vergüenza arden en el fondo de mi corazón. Pero al final del juicio, la sentencia es: ¡INDULTADO! Culpable, pero sin embargo libre. La culpa ha sido quitada, otro la ha llevado. Del rostro severo del juez, surgen un par de ojos llenos de amor que dicen:”Tú merecías ser castigado, pero yo en mi misericordia te perdono”.
Así es el Dios de GRACIA. Él es rico en gracia, lleno de gracia y misericordia. Su Ser está impregnado de gracia. No gracia barata que disimula la falta o transgresión. No una gracia falsa, que no nos declara culpables. No una gracia a medias, que continúa haciendo hincapié en nuestros errores, sino una GRACIA COMPLETA. Una gracia que perdona. Una gracia que olvida. Una gracia que libera. Una gracia que restaura. Gracia que está ahí, ¡INFINITA GRACIA! Gracia que como veredicto es la absolución en el juicio. Gracia que con su poder y capacidad suple nuestras debilidades de forma que mientras otros ven nuestras debilidades, Dios ve Su gracia operando poderosamente en nuestra vida. La gracia vino al mundo por medio de Jesucristo. Desde entonces cada año, es un Año de Gracia.
Ulf Ekman

ORACIÓN: Dios mío, de lo profundo de mi corazón clamo: ¡Gracias por Tu gracia! Gracias porque me has perdonado y ahora me encuentro inmerso en un mar de gracia. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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