lunes, 9 de enero de 2012

DEVOCIONAL DÍA 7 DE ENERO



LA SANTIDAD DE DIOS


“Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros Su rostro para no oír”.


Isaías 59:2


Dios es santo. Él vive en una luz inaccesible donde nadie puede llegar. La Biblia dice que nadie puede ver el rostro de Dios y vivir. Aún así, Dios quiere tener relación con su creación. Él creó al hombre a Su imagen para que éste reflejara Su naturaleza, Su belleza y Su gloria y que por la eternidad de las eternidades Dios y el hombre anduvieran juntos. Y que toda la indescriptible gloria, sabiduría y amor fluyeran hacia el hombre y a través de él se extendiera en santidad, pureza y bondad a un universo en constante crecimiento o expansión.

¡Pero llegó el pecado! Nunca hemos comprendido su profundidad o la totalidad de sus consecuencias. El hombre moderno las minimiza. El hombre apóstata las disculpa. El pusilánime pasa de ellas. El hombre malo se aprovecha de ellas. Todos somos víctimas de sus consecuencias. Nadie puede librarse de ellas. Hoy se cuestiona el pecado más que cualquier otra cosa pero todos son afectados por él. Todos hemos pecado y hemos perdido la gloria de Dios. Todos hemos desafiado a Dios, abandonado Sus caminos y elegido andar por el nuestro. El egoísmo está básicamente instalado como un programa equivocado en lo profundo de nuestro ser. De todos modos, nosotros mismos cargamos con la responsabilidad, ningún otro. Nosotros cometimos el error.

Mi propio egoísmo me condena cuando me comparo con la naturaleza santa de Dios. Mi propio pecado me oculta el rostro de Dios. Dios no puede vivir con el pecado, la rebeldía ni la impureza. Él es santo y puro.

El pecado mata nuestro ser separándonos de Dios, denigrando la vida y hace que nuestra mente caiga en tinieblas. La alegría, el propósito de la vida y el motivo de nuestra existencia se pierden. Todo se tuerce. Dios queda invisible y en la lejanía. No le alcanzamos, ni tampoco nuestros propósitos. Estamos pedidos. Sin Dios la humanidad se asfixia espiritual, moral, social y económicamente.

Ulf Ekman


ORACIÓN: Señor revélame la mala situación del hombre sin Ti y límpiame de todos mis pecados. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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