DEVOCIONAL DÍA 21 DE ENERO

EL SEÑOR, EL OMNIPRESENTE

“En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será El Señor-sama”.* (*aquí está el Señor- versión sueca)

Ezequiel 48:35

Si el pecado separa al hombre de Dios, la justificación le restituye la comunión de nuevo. Hemos llegado a ser perfectamente “listos para sentencia”; libres de las incriminaciones del acusador. La amenaza de la ley ya no puede perturbarnos más. Dios ya no está lejos por más tiempo. Nos hemos acercado. Ya no estamos en tinieblas. Estamos en Cristo. Dios está por nosotros, con nosotros y en nosotros por medio de Jesucristo. Él está presente. Este es el deseo de Dios, Su anhelo y propósito final: tener un pueblo que camina en comunión con Él, que le alaba y glorifica y sobre el que derrocha Su amor y cubre con Su gloria. Su nombre es: EL SEÑOR, EL OMNIPRESENTE y Él desea andar con Su pueblo y entre Su pueblo.
El propósito final de toda la revelación es un cielo nuevo y una tierra nueva donde mora la justicia. Dios vive en Su templo en el cielo, pero llega el día cuando tendrá Su Tabernáculo en medio de los hombres, y Él mismo habitará en medio de ellos. Esto es algo indescriptible. Entonces comienza la gran aventura. Cuando Dios sea todo en todos seremos libres de toda limitación. Entonces veremos con toda claridad lo que aquí sostenemos por la fe.
Pero mientras, ahora, es Dios El Omnipresente. Jesús está en medio de nosotros. El Espíritu Santo habita en nosotros. La vida en la vid fluye a través de las ramas. El Señor te dice:”Yo estoy contigo todos los días hasta el final de los tiempos”. Él nunca te dejará ni te abandonará. En cada situación Él está contigo. “La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará” (Mateo 12:20). Permite AL OMNIPRESENTE tocarte justamente ahora y todo volverá de nuevo a estar bien.
Ulf Ekman

ORACIÓN: Gracias Señor porque Tú siempre estás cerca de mí y me proteges. Gracias porque estás conmigo y no contra mí. Yo confío en Ti y todo temor debe abandonarme. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!