sábado, 26 de mayo de 2012

DEVOCIONAL 25 DE MAYO



PODER DE DIOS PARA LA SALVACIÓN DE TODOS LOS QUE CREEN


“A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen; de los judíos primeramente, pero también de los gentiles. 17De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: El justo vivirá por la fe”.

Romanos 1:16-17 (NVI)


El Evangelio era algo nuevo. La revelación de la obra de Jesús en la cruz era algo radical. Ni aún los discípulos, que vieron morir a Jesús de lejos, comprendieron en profundidad y contenido todo lo que experimentaban. Pero vino el Espíritu Santo, y la revelación de lo que Dios hizo en Cristo se extendió como un reguero de pólvora por el mundo. Los judíos habían procurado seguir la Ley de Dios. Pero nadie por este medio pudo conseguir la paz con Dios. Se sentían moralmente bien, mejores que otros, pero a pesar de ello la conciencia no se sentía limpia. Jesús murió y llevó en sí mismo todos los pecados de todos los hombres. El quitó el pecado. Él hizo lo que nosotros no podíamos hacer. El pecado constaba como una deuda pendiente entre Dios y nosotros. Jesús la pagó totalmente con su propia vida, la cual ofreció por nosotros en la cruz. Esta verdad fue clara como un relámpago para Pablo, al escudriñar las Escrituras, después de la experiencia de Damasco. El profeta Habacuc había dicho: “El justo por la fe vivirá”. Fe y confianza (no méritos propios) eran la llave. Confiar en lo que Jesús ha hecho por mí, en vez de realizar yo mismo lo que creo que es la solución. Así quedaron una vez por todas enfrentadas la Ley y la Gracia; Fe u obras legales propias (méritos propios).

Pablo recibió el encargo de poner esto en claro a toda la humanidad. Dios nos indultó por medio de Jesucristo. Nosotros confesamos nuestro pecado y recibimos gracia. Si no confesamos que hemos pecado seguimos bajo la ley, y seremos juzgamos según la ley. Cuando confesamos somos indultados y recibimos gratuitamente la justificación, que pasa a ser nuestra por medio de Jesucristo. Así de glorioso y maravilloso pero tan difícil. Necesitamos volvernos de nuestros caminos. Nuestro ego debe morir con Jesús. Entonces recibimos una nueva vida, somos hechos nuevas criaturas, resucitados con Cristo. Ningún hombre había podido pensar todo esto, pero Dios lo reveló.

Ulf Ekman


ORACIÓN: Gracias Padre porque Tú por medio de Jesucristo nos has mostrado un camino poderoso hacia la redención para todo aquel que quiera aceptarlo. En el nombre de Jesús ¡AMÉN!

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