DIOS EL ESPÍRITU
SANTO
“Mas el Consolador,
el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas
las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.
Juan
14:26
El Espíritu Santo
es una Persona, no una influencia. Jesús dice:”Él”, refiriéndose
al Espíritu Santo. La Biblia habla mucho sobre el Espíritu Santo.
Tanto de Su persona como de Su ministerio. Ya estaba presente en la
creación, allí se movía sobre el caos y sobre la faz de las aguas. La Biblia usa
muchas expresiones para nombrarle. El es el viento que sopla, el río que fluye,
el agua que sacia la sed. Es la lluvia que cae, es una paloma, es aceite, es
fuego que quema. Él es el sello en nuestro corazón. Es el Espíritu del Señor,
Espíritu de sabiduría e inteligencia. Espíritu de consejo y fortaleza. Espíritu
de conocimiento y temor de Dios. Él es el Espíritu de vida, Santo Espíritu,
Espíritu de gloria, el Espíritu del Señor. Es el Espíritu Ayudador y Libertador.
Él se manifiesta de infinitas maneras y es lo mismo que el viento que sopla de
donde quiere y no lo podemos retener ni bloquear. Podemos
resumirlo en tres expresiones:
I. PODER:
Él
da fuerza, capacidad y creatividad, donde nosotros no tenemos.
II. REVELACIÓN:
Él
da sabiduría, entendimiento y consejo, donde nosotros no tenemos.
III. PRESENCIA:
Él
da cercanía y comunión con Dios, paz, liderazgo y gloria, que nosotros no
tenemos.
Todo lo que el
Espíritu hace se reconvierte en poder, revelación o
presencia (cercanía). Pero no humana, limitada o secular;
sino divina y sobrenatural. Al ser llenos del Espíritu de Dios vamos dejando
nuestras limitaciones humanas y acoplando los ilimitados recursos de Dios, Sus
capacidades y naturaleza eterna.
Ulf Ekman
ORACIÓN: Dios
mío, déjame ver qué potencial es el Espíritu Santo en mi vida, y que sepa
aprovechar todo lo que ÉL tiene para mí. En el Nombre de Jesús
¡AMÉN!
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