NACIDOS DE
NUEVO
“También Dios a
vosotros os ha vivificado; vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y
pecados…Pero Dios, que es rico en misericordia, os ha amado con tan grande amor,
aún cuando estábamos muertos en nuestras transgresiones, y nos ha vivificado
juntamente con Cristo. Por gracia sois salvos”.
Efesios 2:4-5 (Versión Biblia sueca)
Cuando el Espíritu
de Dios toca el corazón del hombre éste nace de nuevo. Dios nos vivifica, a
nosotros que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. No estábamos
muertos físicamente, o síquicamente, sino espiritualmente muertos.
Independientemente de lo que hiciéramos, quedaban de manifiesto nuestras
tinieblas internas y rebelión contra Dios. Es una locura muy seductora, como
hace el mundo, proclamar que el hombre, en su fuero interno es bueno. Es una
herejía religiosa aseverar que como personas religiosas todos tenemos una luz
interior y que podemos llegar a ella por diferentes caminos o prácticas. Nadie
puede encontrar nada bueno dentro de uno mismo.
Podemos ser
educados en lo mejor, socialmente hablando. Podemos tener una educación de un
alto grado de virtud moral, de auto-disciplina y control. Pero nosotros mismos
no podemos desarraigar la raíz del pecado de nuestro interior. Dios sabía esto y
nos dio la solución. Se trata de morir al hombre viejo, que está espiritualmente
muerto, o lo que es lo mismo: sin contacto con Dios. Esto sucede al morir
en Cristo. Cuando le aceptamos, le invitamos a entrar dentro de nuestra vida,
nos volvemos a Él y creemos en lo que Él hizo por nosotros, entonces somos
partícipes de Su nueva vida. Él murió por nosotros. Nosotros morimos con Él. Él
resucitó por nosotros. Nosotros resucitamos con Él. En un abrir y cerrar de ojos
suceden dos cosas: morimos y resucitamos. Nacemos de nuevo. El Espíritu
de Dios forma en nosotros una nueva criatura. Recibimos un nuevo corazón. Somos
hechos una nueva criatura en Cristo. El Espíritu de Dios toma su habitación en
nosotros y adquirimos el derecho de ser hijos de Dios. Ahora estamos dentro de
la familia de Dios. Ahora hemos sido hechos miembros del cuerpo de Cristo. Ahora
tenemos ciudadanía con los santos. Ahora hemos sido hechos creyentes. Hemos
salido de las tinieblas a la luz. Hemos nacido de nuevo, ¡de lo
alto!
Ulf Ekman
ORACIÓN: Padre
celestial, gracias porque Tú has soplado sobre mi tu Espíritu de vida y por la
fe vive Cristo en mi corazón y he sido hecho hijo tuyo. En el Nombre de
Jesús ¡AMÉN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.