lunes, 14 de mayo de 2012

DEVOCIONAL DÍA 13 DE MAYO



LA VISIÓN DE PEDRO


“Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. 10Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; 11y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a tierra”.

Hechos 10:9-11


Muchas cosas habían sucedido. La Iglesia había crecido de forma exponencial. Había sobrevivido a la persecución y se había extendido aún más. El evangelio tenía éxito, y hasta su peor adversario, Saulo, se había convertido. En esta situación habría sido fácil tomárselo con tranquilidad. Pero esto que para los hombres se veía como un gran éxito, para Dios era solamente el comienzo. El problema era que la mente humana es limitada y a veces no alcanza a más. Jesús había dicho que era para todo el mundo, pero la iglesia se había quedado satisfecha con Israel solamente.

Ahora Dios cambia el escenario. ¿Cómo? ¡Por medio de una visión! Una visión que sacudió completamente la certidumbre que Pedro tenía. Vio toda clase de animales y oyó una voz que le invitaba a matar y comer. Él se negó como judío ortodoxo que era. Debemos recordar que era judío, un creyente mesiánico, y como tal, no comía comida inmunda. Eso era lo que Dios había dicho. El problema es que Pedro vivía en lo que Dios había dicho, no en lo que Dios decía ahora. En principio, su mente no estaba abierta al cambio. No creyó que necesitaba ir más allá y por lo tanto fue desobediente hasta que el lienzo fue recogido arriba.

Pero Dios le preparó. No le condenó. Por el contrario, le mostró de nuevo la visión y cuando Pedro pensaba dentro de sí qué significaba esto, llegaron algunos siervos de Cornelio, un gentil, un oficial destinado en Cesárea. Este hombre deseaba oír lo que Pedro tenía que decir respecto a Jesús. Pedro acompañó a esos hombres y atravesó el muro de separación que Jesús en la cruz había derribado. Ahora, por fin, y a pesar de la torpeza, la resistencia, el miedo y los prejuicios, el poder de Dios se manifestó a los gentiles. Cuando Pedro estuvo dispuesto, los gentiles ya habían sido preparados de antemano y le estaban esperando.

Ulf Ekman


ORACIÓN: Gracias Señor, porque tú rompes el miedo, la torpeza, las limitaciones, la resistencia y los prejuicios en mi vida para que yo me atreva a saltar todas las barreras, muros y fronteras que los hombres quieren levantar para limitarte a Ti. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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