miércoles, 2 de mayo de 2012

DEVOCIONAL DÍA 30 DE ABRIL



SANTA ESPERA


“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder de lo alto”.

Lucas 24:49


Desde la mañana de la resurrección hasta Su ascensión, Jesús estuvo enseñando acerca del reino de Dios. Los discípulos deben haber sido los seres más aturdidos del mundo. Aún así, no tenían idea de lo que les esperaba. Los cambios fueron muy bruscos; de la más profunda desesperación a la precipitada alegría celestial. Los sentimientos oscilaban entre el temor y el coraje, entre la huída y la disposición para continuar adelante. Pedro se volvió a pescar, pero cuando Dios le llamó para seguir adelante ya no funcionaba volver al pasado.

No sabemos lo que los otros discípulos pensaban realmente, aunque Jesús reprendió a algunos de ellos por su incredulidad. Él literalmente trató de inculcar la resurrección en ellos. Fue a través de la Escritura, libro por libro, mostrándoles todo lo que estaba escrito de Él, de Su muerte, resurrección y ascensión.

Y ahora les había dejado otra vez, y les dice que esperen. Todo debía madurar, que el tiempo pusiera todo en su lugar y que se preparasen para el próximo paso. Y los discípulos también debían aprender a esperar. Había que hacer solamente una cosa y no todos lo hicieron. Eran más de 500 los que le habían visto resucitado y sólo 120 los que esperaron orando en el Aposento Alto, aunque fueron suficientes. Realmente no sabían muy bien lo que iba a acontecer, solo que Jesús les enviaría ayuda. Y la ayuda, fue el Ayudador, el Espíritu Santo. O sea, sigue orando hasta que la respuesta llegue.

Ulf Ekman


ORACIÓN: Señor, cuando nada ayuda, esto nos ayuda a orar. Cuando parece que nada sucede, sucede en la oración. Gracias porque Tú siempre contestas cuando oramos. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.