viernes, 2 de diciembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 1 DE DICIEMBRE



POR FIN, ADVIENTO


“Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; 7y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. 8Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. 9Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”.

Mateo 21:6-9


A lo largo de la historia del cristianismo se ha venido celebrando Adviento. Para nosotros en el Norte, Adviento tiene un sentimiento especial: oscuridad, nieve, velas encendidas y es tan singular que muchos que de otra manera nunca van a la Iglesia lo hacen en Adviento. Adviento es un tiempo de preparación para la solemne celebración del nacimiento de Jesús. Adviento significa llegada. El Señor viene. Se celebra que el que estaba muy lejos, en el cielo de los cielos, se ha acercado, ha venido a nosotros para que nosotros podamos ir a Él.

Él vino a la tierra. Vino a Su templo. Él regresa pronto. Hay varios Advientos, o varios pasos a seguir en Su venida. En Su primera venida “a lo suyo vino y los suyos no le recibieron” (Juan1:11). Vino humilde y montado en un pollino. En todo, Él fue como un hombre, pero sin pecado. Creció en circunstancias exiguas. Los que le veían no podían ver en Él nada especial. Por eso apenas podían creerle cuando entraba en la Sinagoga de Nazaret. Conocían sus antecedentes y a su familia muy bien. Cuando estaba colgado en la cruz, en la más profunda humillación, fue tan despreciado que fue contado por nada. Pero en el próximo Adviento, cuando Él vuelva de nuevo, no habrá nadie que pueda evitar verle y cómo reconocerle de nuevo. Entonces viene el Hijo del Hombre en Su total y completo esplendor de gloria.

Ulf Ekman


ORACIÓN:
 Gracias Señor porque viniste a nosotros en nuestra condición humilde y gracias porque vuelves otra vez en todo el resplandor de Tú gloria. ¡Gracias por Adviento! ¡AMÉN!

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