miércoles, 21 de diciembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 20 DE DICIEMBRE



¡SALVE, MUY FAVORECIDA!


“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret. 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.”

Lucas 1: 26-28


De repente, el ángel Gabriel está frente a una muchacha de Galilea. Ella era virgen, joven y vivía en Nazaret, una población pequeña, no mayor que una aldea; se encontraba escondida en la ladera de una montaña en la Baja Galilea, cerca de la llanura de Jezreel. Cuando ese día ella oyó al ángel decirle que había hallado gracia delante de Dios se asustó preguntándose qué podría significar todo ello. Seguramente que en lo más profundo de su ser tuvo un presentimiento de que algo tremendamente grande iba a suceder. La sola presencia del ángel la turbó. El saludo ya indica que algo especial iba a acontecer, después vino el mensaje:”Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS” (v. 31).

María sabía que el nombre Jesús significaba Yeshúa, que significa salvación. Y la salvación viene de Dios. Por lo que el niño sería un Salvador. El ángel continuó: “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre” (v. 32). Ahora ya no quedaba duda alguna. Ella llevaría al Mesías, al Hijo de David. El Mesías pertenecería a la tribu de Judá y de la familia de David, pero esto ella jamás en su más remota fantasía podía suponerlo. Ahora el Mesías, al cual ella, sus parientes y su pueblo anhelaban durante muchas generaciones, ciertamente vendría y ella lo llevaría debajo de su corazón. ¡Qué incomprensible GRACIA hacia ella y hacia el pueblo de Dios. Realmente el tiempo de la espera, y el tiempo del cautiverio ha pasado!


Ulf Ekman


ORACIÓN: Señor, Tú tienes cosas extraordinarias para decirnos a cada uno de nosotros, cosas que Tú quieres que llevemos y alumbremos. Ayúdame a escuchar, obedecer, llevar y hacer lo que Tú quieras. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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