viernes, 30 de diciembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 29 DE DICIEMBRE



POR EL VALLE DE SOMBRA DE MUERTE


“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo, Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.

Salmo 23:4


Una y otra vez, la Biblia habla de las diferentes pruebas por las que el hombre tiene que pasar, pero también cómo milagrosamente es rescatado, bendecido y protegido. David no habla del valle de la muerte, sino de la sombra del valle de la muerte. Cuando la muerte deja caer su sombra fácilmente uno queda paralizado. Entonces el Señor está ahí con Su cayado y me consuela e infunde aliento.

El cayado se usa para dirigir o guiar, ejercer autoridad y proteger. Con el cayado el pastor guía a las ovejas, el cayado le da autoridad. Pero a la vez con el cayado se enfrenta a los lobos y osos y protege a las ovejas. El cayado del Señor nos infunde aliento en ocasiones difíciles. ¿Por qué? Para que podamos atravesar esos valles y poder proseguir adelante. Tienes que continuar, no quedarte donde estás ahora. Aunque sientas frío, el “valle de sombras de muerte” es sólo una sombra, no una realidad.

Ten presente que te encuentras de paso. Cuando el Señor te dirige el te saca del valle y te lleva hacia adelante. Sitúa tu mente hacia el futuro. Pon tu esperanza en que te aguardan verdes praderas y cristalinas aguas y que el anhelo y buena voluntad del Señor es guiarte hacia allí. Y no solamente para tu propio provecho sino para que tú compartas Su vida con otros. Todo cuanto Él hace por ti quiere que lo hagas tú por otros. En tanto que tú das, tú mismo recibirás cuidados, bendiciones y toda la ayuda que necesitas.


Ulf Ekman


ORACIÓN: Gracias Señor, porque Tú estás en medio de todas las situaciones y lo que es seguro es que al fin todo cambia. Y contigo siempre cambia todo a mejor. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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