DEVOCIONAL DÍA 8 DE DICIEMBRE

UNA NUBE QUE SE DESHACE

“Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no me olvides. ²²Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí”.

Isaías 44:21-22

¿Te has parado alguna vez y has mirado a las nubes del cielo? A veces, para nuestra sorpresa, vemos como una nube simplemente se deshace o desaparece. El viento la sopla y la nube se ha ido. Lo mismo sucede con nuestros pecados delante de la faz del Señor. Cuando los confesamos Él nos perdona totalmente. El Señor no solamente perdona y cubre los pecados, sino que los extermina completamente. Algo que se extermina desaparece totalmente, no queda absolutamente nada. Y aquello que desaparece Dios lo olvida.” Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías43:25).

Cuando el acusador nos recuerda los viejos pecados es fácil empezar tanto a recordarlos como a acusarnos nosotros mismos. Uno va a Dios y se los recuerda. Incluso pedimos cientos de veces perdón por el mismo pecado. Lo hacemos cada vez que el diablo nos ataca o nos lo recuerda. Pero cuando venimos a Dios Él nos dice:”No sé de qué me hablas. Yo te perdoné desde la primera vez y tus pecados no vienen más a mi memoria”. Dios nos ve en Cristo. Cuando ÉL te ve, te ve a través de Jesús y te ama como ama a Jesús. Tus errores están cubiertos, exterminados y olvidados. En su lugar Dios ve la justicia de Jesús, la vida de Jesús, y la presencia del Espíritu de Dios en ti. Él se alegra sobre ti con júbilo. Él te ama y quiere que tú le ames sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, que no te rechaces ni condenes por pecados que ya han sido exterminados.

Ulf Ekman

ORACIÓN:

 Dios mío, Tú eres maravilloso. Solamente Tú puedes perdonar totalmente y por completo mis pecados. Señor, te lo agradezco desde lo profundo de mi corazón. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!