lunes, 12 de diciembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 10 DE DICIEMBRE


HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA

“Dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra”.
Isaías 49:6
Cuando Pablo predicó el evangelio a los gentiles en Antioquía de Pisidia les citó este pasaje de Isaías. En el libro de los Hechos de los Apóstoles 13:47 él dice:”Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”. La promesa en Isaías 49:6 es una promesa de que el Mesías no solamente era el que restauraría a Israel, sino quién se ocuparía de que la luz que viene desde la gloria del Señor alcanzara a todos los pueblos gentiles hasta los confines de la tierra. Esta promesa se cumplió cuando Jesús vino. Pablo vio en las Escrituras que el corazón de Dios era así para todos los hombres, no solamente para una nación. Aunque Pablo comprendió que este tema se refería al propósito del Mesías, comprendió también que se refería a él:”Porque así nos ha mandado el Señor”. El Mesías, a través de nosotros, alcanzará hasta los últimos confines de la tierra. Esto quiere decir que debemos alcanzar a toda la gente en cada nación.
No debemos conformarnos con menos. Alguien ha dicho: “¿Por qué en nuestra comunidad vamos a oír dos veces el evangelio cuando hay gente que no lo han escuchado ni una sola vez?”. Jesús vino del cielo, enviado como embajador, misionero, como apóstol, que significa enviado, porque Él quiere enviarnos. ¿A dónde? A todo el mundo, nada menos. A todas las culturas, no solamente a una. “Es poco para ti que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob…” A veces nos conformamos con lo poco, pero Dios tiene mucho más para nosotros. El mundo entero nos pertenece.
Ulf Ekman
ORACIÓN: Gracias Señor, porque viniste para que la luz alcanzase a todo el mundo. Úsame para que luzca más que nunca y muchos otros, como nunca, formen parte de Ti. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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