miércoles, 7 de diciembre de 2011

DEVOCIONAL DÍA 7 DE DICIEMBRE



BENDICIÓN SOBRE NUEVAS GENERACIONES


“Así dice el Señor, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará. No temas. Siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; y mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas”.

Isaías 44:2-4


Sin agua no se puede vivir. Sin el agua del Espíritu nos quedamos reducidos únicamente a la vida física. Podemos realizar nuestras rutinas pero no alcanzamos el propósito de Dios. No es por medio del poder o fuerza humana, sino por medio del Espíritu de Dios que se realiza. A menudo el cuerpo de Cristo pasa por tiempos de sequía. Así es aún en la vida natural. El verano puede ser terriblemente seco y más aún en el tórrido desierto del Oriente Medio. Ahí nada se atreve a crecer. Todo se seca. La tierra guarda mucho la humedad para que la vegetación pueda sobrevivir. Pero llega la lluvia y de nuevo brota la vida. Surgen los renuevos, crecen y maduran para la cosecha.

Así es con nuestra propia vida. Ciertos períodos de la vida podemos experimentarlos como tórridos, cuando es difícil seguir adelante o andar con el Señor. Esto puede ser por dos motivos: o bien el pecado y la apostasía tienen el cielo frenado sobre nosotros, o puede ser que nos encontramos en estado de sequía. Debemos saber cuál es, y el Espíritu de Dios está ahí para mostrarnos esto. Pero allí donde hay necesidad de agua el Señor quiere dárnosla:”Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida” (Apocalipsis 21:6).

El Señor derramará aguas como un torrente. Un solo chaparrón contiene un toque de hidratación, pero Él quiere derramar ríos de agua sobre nosotros. Entonces se acaba la sequía. Se sacia la sed. Todo revive de nuevo. La mujer junto al pozo de Sicar quería de esa agua, pero primero tuvo que regresar. Lo mismo es para nosotros hoy.

Ulf Ekman


ORACIÓN:
Señor muéstrame si hay cosas en mi vida que impiden que el agua caiga sobre mí y tu Espíritu fluya. Ayúdame para quitarlas. Ayúdame para acudir a Ti que eres mi fuente y así beber diariamente de Ti. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

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